Voraz, la excepcional propuesta gastronómica de tres amigos a orillas del Paseo de la Castellana

Con un inmenso pez colgado en el techo, Voraz, nos adentra en una inolvidable aventura gastronómicaque hará las delicias de los paladares más intrépidos. El pequeño gran proyecto de tres amigosy socios: Jaime Arteaga y Diego Pérez Crespo, fundadores del grupo Do Eat! (especializado en locales de comida saludable en entornos corporativos), y Antonio López de Miguel. Tres mentes inquietas que se lanzaron a esta trepidanteaventura en plena pandemia, para sorprendernos con un novedoso concepto que hará las delicias de los paladares más sibaritas.

Un agradable espacio gastronómico decorado en tonos cálidos, a escasos pasos del emblemático Paseo de la Castellana, donde nos aguardan una formidable selección de materias primas. Sin duda, el plan perfecto para disfrutar en familia, con amigos, en pareja, o incluso en reuniones de negocios.

Voraz es polifacético. Versátil. Rotundo. Un precioso restaurante dónde su impecable equipo, nos hacesentir como en casa, mientras nos adentramos en una seductora carta con opciones para todos los gustos. En su carta, protagonizada por el inmensobesugo que decora su techo, nos esperan sabores de Baleares, Andalucía, Levante, Portugal o América. Recuerdos inolvidables de los viajes de sus artífices, que toman forma en la seductora carta de Voraz.

En nuestra visita a este bonito restaurante, comenzamos saboreando un riquísimo y original aperitivo en forma de gazpacho de fresas con toque de AOVE que dio paso al impresionante tomate Voraz procedente de Barbastro. Un espectáculo visual que no defrauda en boca y que nos hará volver sin duda alguna muy pronto a Voraz. También probamos unas sabrosas croquetas vorazes de jamón ibérico que dieron paso a unos divertidos tacos de black Angus con tuétano, cebolla morada, tomate verde con chipotle y rocoto que preparan en la mesa ante la atenta mirada del comensal. Una inolvidable explosión de sabor en boca que culminó con el espectacular carabinero voraz con patata gallega y huevos camperos de Cobardes y Gallinas que nos pareció una autentica delicia, aunque echásemos en falta las patatas fritas en lugar de panaderas.

Para terminar, optamos por limpiar el paladar con un seductor sorbete de limón murciano de Obrador Grate que disfrutamos plenamente para finalizar nuestra agradable velada.

Voraz es tradición y vanguardia. Una exquisita elegancia gastronómica que nunca defrauda y que una vez se conoce … ¡Nos hace volver!