Pato Salvaje, el nuevo templo del pato laqueado en la Milla de Oro Madrileña

El efervescente panorama gastronómico madrileño no deja de sorprendernos incluso en el periodo estival. Constantes aperturas con interesantes propuestas culinarias que nos ofrecen cocinas de todo el mundo para que el verano en la capital adquiera un sabor especial.

La empresaria de origen chino Ana Wu, artífice del mítico restaurante Pato Laqueado ubicado en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, se animaba recientemente a continuar su expansión con un nuevo restaurante en el exclusivo barrio de Salamanca. Bajo el nombre de Pato Salvaje y asociándose a los Hermanos Shangrila, este nuevo local ubicado en el numero ciento dos de la calle Velázquez nos adentra en la mejor cultura gastronómica china, protagonizada por la mítica receta del pato laqueado. Un plato que cobra un protagonismo indiscutible en la carta de Pato Salvaje y que constituye una de las elaboraciones mas preciadas de la gastronomía china.

Tras la gran acogida de su primer local, Pato Laqueado, que ya lleva más de treinta años abierto, Wu decidió que había llegado el momento de dar el gran salto a la capital y para ello no dudó en hacerlo por todo lo alto. Un precioso local en una de las mejores zonas de Madrid donde nos aguarda una seductora colección de deliciosos bocados de la China Imperial elaborados con esmero por el reconocido chef Rodrigo Yeh.

En nuestra primera visita a Pato Salvaje, comenzamos saboreando unos sabrosísimos rollitos de pato salvaje que en carta aparecen como Chun Juan Pato Salvaje. Originales y exóticos, compartieron protagonismo con los correctos rollitos vietnamitas Yue Nan Chun Juan que sirven acompañados con menta y lechuga que les aportan un acertado toque fresco.

Las gyozas de pato salvaje que probamos a continuación son una verdadera delicia. Un rotundo bocado que conquista paladar desde el primer mordisco y que disfrutamos plenamente antes de pasar a probar la joya de la corona: el pato laqueado Bei Jing Kao Ya, que sirven con unas delicadas crepes, pepino, puerro y su selección de salsas para que podamos elegir la que más nos guste. Un divertido ritual repleto de magia y exotismo que desembocó en el riquísimo arroz buenos recuerdos de ayer que elaboran con pato y gambas y que en carta aparece como Shi Guo Cha Shao Chao Fan. Una exquisita receta que dio paso al dulce momento del postre.

Llegados a este punto, nada mejor que limpiar el paladar con un refrescante helado de lichi. Ligero, digestivo y exótico, fue sin lugar a dudas el broche final perfecto para nuestra velada.

Pato Salvaje, una nueva y rotunda apertura en la capital que nos traslada a la lejana China a través del paladar. Sabores exóticos, elegantes y rotundos, que otorgan un protagonismo indiscutible a ese delicioso pato que da nombre al restaurante. ¿Nos vemos pronto en Pato Salvaje?