Papúa, estrena un atrevido y espectacular menú gastronómico

El restaurante Papúa no solo sorprende por su llamativo proyecto de interiorismo. Un espectacular local, diseñado por el renombrado arquitecto Adolfo Monserrat, donde su espíritu selvático nos adentra en una inolvidable experiencia que traspasa los limites de lo puramente gastronómico. Una frondosa vegetación y una gigantesca jirafa nos dan la bienvenida en cada visita a Papúa para hacernos partícipes de una propuesta gastronómica que vive en constante evolución.

El ambicioso proyecto de los jovencísimos Noel Duque y Jorge Rivero que, tras triunfar en Alcalá de Henares, dieron el salto a la capital con Papúa, logrando convertirse en tiempo record en uno de los puntos de encuentro por excelencia. Apasionados y emprendedores, esta pareja de amigos y socios, ahora continúan su trepidante aventura en el complicado panorama gastronómico con un nuevo proyecto en La Finca Grand Café que próximamente nos deleitará con un novedoso concepto bautizado como Calencho. Una próxima apertura que está generando gran expectación y que en breve verá la luz.

En esta ocasión, volvimos a Papúa para disfrutar en primera persona de algunos de los platos de su recién estrenado menú gastronómico. Una sorprendente propuesta culinaria que plasma la evolución de la cocina de uno de los puntos de encuentro de la capital. Sus precursores, los jóvenes empresario alcalaínos Noel Duque y Jorge Rivero, dan un paso más en su búsqueda por la excelencia introduciendo en Papúa un excepcional menú degustación compuesto por una atrevida colección de acertadas recetas que harán las delicias de los paladares más intrépidos.

Nosotros comenzamos nuestra velada en Papúa saboreando el delicioso aperitivo de la casa que consiste en una seductora crema de calabaza con jengibre, coco y pipas de calabaza. Un agradable comienzo que juega acertadamente con sabores exóticos y que nos condujo a su emblemática ensalada César en formato roll con un sabroso interior de pollo asado, aire de parmesano, toque de anchoa y lima a la brasa. Uno de nuestros platos imprescindibles de Papúa que disfrutamos de principio a fin, antes de pasar a probar uno de los platos que componen su nuevo menú gastronómico, el buñuelo de Idiazábal con dulce de guayaba. Una elaboración de potente sabor, que combina los sabores dulces y salados a la perfección, y que terminan en mesa rallando queso parmesano por encima.

Continuamos saboreando otro de los platos de su menú gastronómico, el pimiento variedad chocolate hecho a la brasa y su pil pil. Una receta que coronan con un boquerón crujiente y que nos pareció una autentica locura. Un plato único en su especie, que descoloca y enamora las papilas gustativas con cada bocado. Súper recomendable.

Antes de pasar al dulce momento del postre también probamos el sensacional magret de pato con espuma de yogur, demi glace de frutos rojos y hojaldre de hinojo y manzana. Un divertido y colorido plato, que además de ser un verdadero espectáculo visual, es una autentica delicia en boca.

Para rematar nuestra velada en Papúa y anticipándonos a la Semana Santa, sucumbimos a los encantos de su nueva torrija achocolatada que lleva por dentro pepitas de chocolate y va acompañada de un cremoso helado de vainilla. El broche final perfecto que nos obligó a saltarnos la dieta mientras rebañábamos a conciencia hasta la última gota. Absolutamente irresistible.

Papúa continúa su fructífera evolución para sorprendernos una vez más con su atrevida cocina. Un restaurante de moda donde además se come francamente bien. ¿Qué más se puede pedir?