Las distintas tonalidades de rosas y malvas protagonizan el local de Lunática. Preciosas flores, maravillosas lámparas de araña y atrevidasesculturas, nos dan la bienvenida al nuevo proyecto gastronómico del imparable Rubén Robles en la capital.
Los impresionantes murales del reconocido artistaurbano Soen Bravo decoran las paredes de Lunática, otorgando al restaurante un sello de identidad único e inconfundible. Un espacio de lo más instagrameable, que nos sorprende con bonitos rincones que nos adentran en la esencia de Lunática.
Nada más cruzar el umbral del restaurante, nos sentimos como Alicia en el País de las Maravillas. Un sueño hecho realidad que nos aguarda en el madrileño barrio de Chamberí. Una inolvidableexperiencia que se completa con una seductoracarta de corte viajero donde confluyen sabores de México, Japón y España. Elaboraciones originales, atrevidas y sabrosas, que derrochan exotismo y saber hacer, y que se complementan con la magnífica carta liquida protagonizada por una sensacional propuesta de coctelería diseñada por Rubén Freire, antiguo alumno del Basque CulinaryCenter, que, además, forma parte del equipo y laboratorio del Coleccionista de Dani García.
En nuestra visita a Lunática, comenzamos compartiendo una atrevida pizza japonesa de atún rojo, burrata de la Puglia, pesto genovés,katsuobushi y brotes de cilantro. Original, colorida y deliciosa, nos condujo a un magnífico taco crujiente de langostinos tigre en tempura, tartar de mango y mayonesa de aguacate.
El brioche de rabo de toro, foie, boletus y mayonesa de trufa, que pedimos a continuación, nos enamoró desde el primer bocado. Equilibrado y sabroso,desembocó en el divertido sushi roll de tigre, aguacate y queso fundente, que terminan en la mesa.
De postre, no pudimos resistir la tentación de probar la tarta de queso fluida horneada. Una delicia en toda regla, que nos hizo rebañar el plato a conciencia.
Lunática, la taberna dadaísta de Rubén Robles esconde tras sus cuatro paredes un inolvidable universo de colores, sabores y momentos, que se traducen en una experiencia inolvidable que nos rompe los esquemas y nos enamora el paladar. ¿Nos vemos en Lunática?