Poncio el divertido concepto entre bar de tapas y restaurante de Willy Moya a orillas del Retiro

Poncio es el proyecto más personal y atrevido del chef Willy Moya, artífice y propietario de este curioso concepto, donde se come francamente bien sin que nos tiemble el bolsillo. Un encantador local que abrió sus puertas en noviembre de 2021 y que, desde entonces, nos deleita con una original propuesta gastronómica que no cesa de cosechar adeptos.

Moya dejó atrás Sevilla para venirse a Madrid y plasmar en Poncio una seductora propuesta que recoge el aprendizaje adquirido en su fructífera trayectoria profesional y en sus estancias en Londres, Estambul y Sevilla.

En Poncio se mezclan los conceptos de restaurante y bar de tapas, adentrándonos en un ambiente agradable, informal y distendido, donde el disfrute está siempre garantizado. Con una cocina vista, un coqueto salón principal y una encantadora terraza, se convierte en la ubicación perfecta para cualquier ocasión. Un formidable punto de encuentro donde saborear una rotunda cocina honesta que parte siempre de los mejores productos.

En nuestra visita a Poncio, comenzamos saboreando un original aperitivo en forma de crema de calabacín con cebollita frita que va acompañado de un delicioso paté de cerdo ibérico con reducción de oloroso y aceite de sésamo. Un llamativo comienzo, que nos condujo a una sorprendente gilda de Poncio que preparan con anchoa 00, boquerón, aceituna manzanilla, pasta de anchoa y velo de piparra, que le resta amargor y lo hace más fácil de comer. Una inolvidable explosión de sabor en boca, que lleva, además, una reducción de ajo negro y unos coloridos pétalos de crisantemo.

A continuación, Quique, nuestro formidable camarero, nos sorprendió con una exótica vieira encevichada con alga wakame y maíz liofilizado que es una autentica joya gastronómica.

Continuamos con unas enormes croquetas de berenjena ahumada con queso parmesano, con DO de parma, que van coronadas con anchoa 00 y un punto de ajo negro. Un maravilloso bocado que disfrutamos de principio a fin, antes de sucumbir a los encantos de las sensacional flor de alcachofa marcada a la plancha con espuma de levadura, salsa de romesco y yema curada de soja. Una delicia en toda regla, que rematamos con uno de sus platos estrella, los rigatoni de pato pekinés con setas shiitake y salsa anisada. Un divertido y atrevido plato con acertados matices dulzones que culminó con unos sabrosos torreznitos de Soria que coronan con piparras. Una combinación perfecta que nos llevó directos al dulce momento final. Nosotros probamos el pastel de Belén con ciruelas, melocotón, espuma de melocotón y helado de violetas. Un postre nada pesado y muy agradable en boca, que nos ayudó a limpiar el paladar y nos regaló una bonita despida de este original concepto gastronómico que recoge lo mejor de un restaurante y de un bar de tapas.

Poncio, el proyecto más personal de Willy Moya, madrileño de nacimiento y andaluz de corazón, nos adentra en una memorable aventura gastronómica repleta de sabor y saber hacer, que una vez se conoce… ¡Nos tienta a volver!