Charnela, una encantadora mejillonería en el corazón de Ponzano

Ya han pasado cinco años desde que Charnela abriera sus puertas en el numero ocho de la animada calle de Ponzano. Una sencilla tabernita gastronómica sin pretensiones, que arrancó su andadura con el objetivo de dar de comer bien a todos sus clientes, en un ambiente informal y distendido para que el disfrute esté siempre garantizado. 

Sus artífices, el entrañable y joven matrimonio,compuesto por Alejandro Yravedra y Victoria Mántaras, se embarcó en esta trepidante aventuracargados de ganas e ilusión. Un reto que siempre habían querido poner en marcha juntos y que han perfilado con grandes dosis de pasión e ilusión. Charnela es para ellos su quinto hijo. Una admirablepareja que además de volcarse a diario con sus cuatro retoños, ha logrado poner en marcha esteoriginal proyecto protagonizado por sus, ya famosos,mejillones en sus distintas versiones.

Charnela, el nombre del restaurante, es la articulación que une las dos conchas del mejillón. Un claro guiño a su carta que, además de estos riquísimos moluscos, que preparan en distintosformatos, nos seduce con bocados para todos los gustos. Platos que podemos degustar tanto en su animada barra como en su coqueto salón en función del momento. Divertidos aperitivos, animadas comidas o entrañables cenas, que en este encantador local, decorado en tonalidades azules y blancas evocando ese característico espíritumarinero siempre resultan un éxito garantizado.

Charnela es un sueño hecho realidad. Una encantadora mejillonería en Ponzano que Victoria y Alex han puesto en marcha dando un giro de 360º a sus respectivas carreras profesionales. Dos apasionados de la gastronomía que se lanzaron hace ya cinco años a montar este bonito proyecto en el que siguen depositando todas sus ganas e ilusión como el primer día.

En nuestra visita a Charnela comenzamos saboreando un riquísimo paté de mejillones casero que nos adentró de lleno en la esencia de Charnela. Un pequeño bocado que derrocha sabor y que nos condujo a unas de las mejores gildas que hemos probado hasta la fecha. Elaboradas con aceituna manzanilla, unas sublimes anchoas, unas delicadas piparras y un fantásitico AOVE nos llevaron directamente a una formidable ostra francesa fine de Claire N2. Una delicia en toda regla, que compartió protagonismo con un impresionante tomate rosa de Barbastro que aliñan con una original vinagreta dulce y una impresionante sal negra que preparan ellos mismos.

Continuamos con el Charnelito. Unos divertidos y coloridos mejillones acevichados que nos trasladaron a Perú a través del paladar antes de sucumbir a los encantos del bocatín Charnelo. Un llamativo bocadillo de mejillones en escabeche con toque de queso fundido, mayonesa de escabeche y rúcula que nos evocan bonitos recuerdos de la más tierna infancia.

A continuación, les tocó el turno a los rotundos mejillones Charnela que preparan con curry amarillo, nata y cebolla. Una vistosa cazuela que acompañan de una acertada fuente de patatas fritas caseras que no pudimos evitar mojar en su deliciosa salsa que resulta verdaderamente adictiva.

Antes de pasar al dulce momento del postre,también caímos rendidos ante la espectacular tabla de pluma de cerdo ibérico con guarnición de pimientos confitados y chalota caramelizada. Una delicia en toda regla que culminó con una irresistible degustación de postres caseros compuesta por una agradable tarta de lima con un curioso toque de galletas saldas, una exótica tarta de queso con lúcuma y una rotunda tarta de queso clásica. Difícil decidir cuál de las tres tartas fue nuestra preferida.

Charnela, un divertido y original concepto gastronómico en la concurrida calle de Ponzanodonde disfrutar de riquísimos mejillones …. ¡Y mucho más!

¿Nos vemos pronto en Charnela?