Negro Carbón, un templo de las brasas para los paladares más carnívoros

Un restaurante bautizado con un nombre que es una verdadera declaración de intenciones. Una cocina de producto muy centrada en las brasas y en los mejores cortes de carne. La parrilla es siempre la base de la propuesta gastronómica de Negro Carbón, donde nos espera una cocina sin artificios protagonizada por las carnes rojas y el carbón. Una parada obligada para los paladares más carnívoros que cuenta con sedes en Málaga, Granada y ahora también en la capital. Dos nuevas aperturas en Madrid que han aterrizado pisando fuerte bautizadas como Negro Carbón y Showroom by Negro Carbón.

Nosotros visitamos el primero, ubicado a la altura del número ciento cuarenta y tres del madrileño Paseo de la Castellana en los bajos del edifico Cuzco Uno. Un llamativo asador moderno donde no falta su emblemática parrilla de encina de donde salen esos formidables cortes de carne con ese sabor tan característico y delicioso que le aportan las brasas. Un acogedor local donde disfrutar de una rotunda propuesta gastronómica de calidad a precios razonables que está a la altura de los paladares más exigentes y especialmente de aquellos amantes incondicionales de las buenas carnes.

En nuestra visita al nuevo local de Negro Carbón en la capital comenzamos saboreando un delicioso aperitivo en forma de chupito de crema de boniato con chips crujientes de boniato y picatoste. Un divertido comienzo que juega equilibradamente con distintas texturas y que disfrutamos plenamente antes de pasar a probar uno de sus entrantes estrella, el lingote de foie con crema de manzana ácida y mango liofilizado. Una verdadera delicia que nos condujo a unas impersonales alcachofas con queso payoyo y polvo de jamón de Sierra Nevada que, sin duda, merece la pena probar. Una receta exquisita que dio paso a unos exóticos langostinos kataifi con chutney de mango y salsa agridulce que nos condujeron al esperado momento de la carne. Nosotros probamos una sensacional pieza de clandestina polaca de algo más de un kilo de peso que acompañamos con un riquísimo chimichurri casero y un surtido de sales de sabores que nos pareció un detalle original y acertado. De guarnición optamos por unas riquísimas patatas gajo especiadas, sin duda una opción ganadora, que disfrutamos plenamente antes de pasar a probar una refrescante y digestiva piña braseada con crema inglesa de Martini, peta zeta de lima y helado de maracuyá que se convirtió en el broche final perfecto de la velada.

Negro Carbón llega a Madrid para seducirnos con un rotundo concepto de brasas y espectaculares carnes que harán las delicias de los más carnívoros. Un nuevo y acogedor templo de las carnes en la capital donde el disfrute y los buenos momentos están siempre GARANTIZADOS.