Capital de moda y del lujo, ciudad del amor y hogar de artistas, repleto de barrios bohemios y el maravilloso Sena…París es de esas cuidades que roba el corazón a cada persona que la pisa. Ya sea la primera vez que lo visitas o repitas tu viaje, (porque sí, a París siempre se vuelve), el grupo EVOK desvela cuatro hoteles impresionantes donde alojarte en tu escapada otoñal a la capital francesa.
1.- Brach París: Un oasis con vistas a la Torre Eiffel
Si buscas alojarte en pleno centro de París, este hotel es sin duda para ti. Ubicado en el corazón del distrito 16, Brach es una dirección de lujo elegante y atípica. Diseñado por el gran Philippe Starck, el hotel goza de una cultura única, sensual, minimalista y cuenta con influencias africanas y asiáticas.
Este hotel esconde un secreto: su increíble azotea con vistas a la Torre Eiffel, perfecto para terminar la jornada tras un día en la capital. Pero sus vistas no son lo más sorprendente: este increíble rooftop cuenta con un huerto propio ecológico y con un gallinero, donde los chefs del hotel seleccionan las verduras y los huevos de sus 5 gallinas ponedoras para sorprender a los huéspedes con los productos más frescos y de mejor calidad. Cuenta con 59 habitaciones y suites, piscina, spa y club deportivo, pastelería propia además de una variadísima oferta gastronómica.
2-Nolinski: “Un paseo por el Art de Vivre parisino”
A pocos metros de la Comédie Française y del Louvre se alza un lugar vibrante del «Art de vivre» francés: el hotel Nolinski París. Este refugio sublime y con carácter lleva la firma del refinamiento ecléctico del interiorista Jean-Louis Deniot, decorado con mármol de Carrara, consiguiendo un ambiente clásico, pero a la vez contemporáneo con un toque de genialidad y atrevimiento.
El hotel cuenta con dos restaurantes: “Le Restaurant”, que ofrece una carta contemporánea con esencia griega y llena de matices, y por otro lado se encuentra el galardonado dos estrellas Michelín “Palais Royal Restaurant”.
El hotel cuenta con un increíble Spa y también con un piano bar con una amplia carta de cócteles de autor ideados por Jérémy Bacquet, Director Creativo de los bares Evok. No hay mejor plan que hacerse uno de sus increíbles tratamientos y terminar brindando en su piano bar!
3.-SINNER: Un desafío a los hoteles de lujo
Ubicado en el corazón del animado y ecléctico barrio Marais, el hotel Sinner rompe las reglas de un hotel de lujo. Alojarse en Sinner es (re)descubrir París, donde se mezclan el patrimonio religioso, la historia, el glamour, la picardía y el misterio.
El hotel cuenta con 43 habitaciones y suites: destacan sus pasillos oscuros con puertas rojascon aldabas y mirillas inspiradas en los porches de los carruajes antiguos, que contrastan con habitaciones llenas de luz y toques de color.
La esencia pícara se mantiene hasta en la propuesta gastronómica. El chef Adam Bentalha dirige la cocina del restaurante que, tras terminar los servicios de cenas, se alía con el bar recreando un ambiente de fiesta y lujo con DJ en directo y una variadísima carta de coctails.
Este hotel oculta un secreto tras una puerta tachonada con clavos forjados: su increíble spa. Cuenta con piscina inspirada en los baños griegos y romanos con numerosos tratamientos para desconectar en un lugar oculto y privado.
4.- Cour des Vogues: Un paseo intimo por la plaza más antigua de París
Viajar en el tiempo es posible gracias a este hotel boutique. Ubicado en la histórica plaza Luis XIII encontramos este impresionante edificio que se encuentra el número 19 de la Place des Vosges. Un lugar único e histórico, ya que fue la plaza real que Enrique IV diseñó en el año 1605 y, por tanto, la más antigua de París.
Cour des Vogues dispone únicamente de 12 habitaciones. Está perfectamente cuidado ya que los arquitectos han respetado y preservado el edificio manteniendo los techos altos (de hasta 6 metros en la segunda planta), puertas dobles, vigas originales pintadas en el techo y suelos de terracota.
El resultado está lleno de contrastes: antiguas piezas de terracota se sientan junto a tapices azules, candelabros iluminan mesas de acero inoxidable y mostradores de cristal, mientras estatuas contemplan biombos lacados.
El hotel Cour des Vosges invita a sus huéspedes a sumergirse en la vida de una familia noble francesa que se remonta al siglo XVI. Una familia de amantes del arte y coleccionistas que ha disfrutado reuniendo esculturas, cerámicas, tapices y muebles a lo largo de las décadas, representando diversos movimientos artísticos y las experiencias de generaciones de mecenas de las artes