Illunbe La Moraleja, un templo de la mejor cocina vasca en la capital

Una sensacional cocina vasca protagonizada por su emblemática parrilla nos adentra en la esencia de Illunbe La Moraleja. Un formidable templo del producto, que ya lleva mas de dos décadas, deleitándonos con excepcionales pescados y magníficos cortes de carne que alcanzan su punto álgido tras su paso por las brasas. Este bonito proyecto basado en la calidad y la honestidad nos adentra en una inolvidable aventura gastronómica que, sin duda alguna, hará las delicias de los amantes del buen comer y del mejor beber, ya que el restaurante, cuenta además, con una selecta bodega que complementa de maravilla las delicias que salen de su cocina.

En la carta de Illunbe La Moraleja encontramos opciones para todos los gustos. Recetas tradicionales con un punto de innovación que toman forma en espectaculares platos que están a la altura de los paladares más exigentes. Al frente del restaurante, el carismático malagueño de pura cepa José Allal, nos contagia con la pasión que siente por su profesión, mientras nos adentra en la seductora carta de Illunbe La Moraleja. Una cuidada selección de platos que parten siempre de las mejores materias primas que elaboran con sumo cariño para que disfrutemos plenamente de cada visita.

Nosotros comenzamos saboreando su riquísimo aperitivo de ensaladilla rusa casera que nos dio una calurosa y sabrosa bienvenida mientras intentábamos decidir qué pedir. Una tarea nada fácil, ya que todos los platos de la carta del restaurante resultan sumamente apetecibles. Finalmente, optamos por arrancar nuestra visita con unas sensacionales croquetas caseras. De jamón y de txangurro, resulta difícil decidir cuál de ellas fue nuestra preferida. Cremosas y súper sabrosas, nos condujeron a unas impresionantes zamburiñas gallegas a la plancha que son un verdadero espectáculo.

Continuamos con una exquisita tosta de pan de cristal con base de pimiento rojo, boquerones y piparra. Un bocado algo engorroso de comer y poco adecuado para una cita, pero que es una autentica delicia. Una acertada combinación de sabores y texturas que disfrutamos de principio a fin, antes de sucumbir a los encantos de los formidable chipirones Pelayo con cebollita pochada. Un plato que merece la pena probar, a igual que los deliciosos boletus con huevo campero y trufa. Una receta de temporada que derrocha sabor y saber hacer. Súper recomendable.

De sus carnes, nos decantamos por una espectacular chuleta de vaca rubia gallega con treinta días de maduración que nos conquistó nada mas probarla. La acompañamos con una sencilla ensalada de lechuga y cebolleta que le aporta un punto fresco y digestivo que se agradece enormemente.

De postre, no pudimos resistir la tentación de probar la tarta de queso casera. El postre de moda por excelencia, que en Illunbe La Moraleja es un rotundo acierto. Cremosa, delicada y deliciosa, se convirtió en el broche final perfecto para nuestra velada.

Illunbe La Moraleja nos cautiva con la magia de las brasas y una rotunda cocina vasca protagonizada por la calidad. Un restaurante acogedor y familiar, que una vez se conoce … Nos tienta a volver… ¡Antes de lo que teníamos pensado!