Este invierno,los amantes de la literatura tienen una cita en Nolinski Venezia. Situado a escasos minutos de la plaza de San Marcos, este oasis de lujo y sofisticación emerge como destino predilecto para los apasionados de la cultura. Pues, además de la cuidada selección de obras antiguas y contemporáneas que adornan cada uno de sus rincones, la tercera planta de este hotel esconde el secreto mejor guardado de La Serenissima: un exclusivo library bar con más de 4.000 volúmenes a lo largo de 6 metros de estanterías.
Este espectacular espacio reúne en su interior una amplísima variedad de libros, seleccionados cuidadosamente por Anatole Desachy, quien buscaba crear una biblioteca “única y ecléctica, construida por libros que la gente pudiera haber recogido de museos y anticuarios durante sus viajes”. Por ello y como resultado, la mitad de la colección se centra en libros de arte -abarcando temas como la historia de Venecia, el Renacimiento, la Bienal, la colección Peggy Guggenheim y el arte del vidrio de Murano-, así como fotografía italiana, diseño y moda. Asimismo, la otra mitad está dedicada a la literatura en italiano, inglés y francés, con énfasis en el género de viajes. Además de ejemplares de grandes editores italianos de arte, una colección privada de catálogos de subastas de Christie’s y Sotheby’s, o libros sobre música.
De hecho, la música juega un papel fundamental en esta biblioteca tan especial. Pues, el library bar de Nolinski cuenta con su propio piano de cola, cuya melodía sumerge a quienes tienen la oportunidad de visitarlo en un ambiente de calma y calidez.
Un lugar que combina literatura, música y artes plásticas cautivando todos los sentidos. Y es que, además del oído, el bar biblioteca de Nolinski es un auténtico deleite para la vista; no solo por los miles de libros que guarda, sino por las piezas de arte que visten sus paredes y su techo, decorado por un imponente fresco del artista Simon Buret.
El gusto también se deleita en este rincón secreto de Venecia, y es que este library bar dispone de una carta de exquisitos cócteles y mocktails diseñada por Jérémy Bacquet, director creativo de los bares del grupo Evok.
Desde tragos clásicos, como el conocido Negroni sbagliato hasta destilados della casa, como el Mazzorbo (con mezcal, montenegro, amargo bianco…) o el Vignole (ginebra, infusión de camomila y frutos rojos, zumo de lima…); el menú ofrece más de 20 elaboraciones entre las que elegir, además de las clásicas bebidas alcohólicas (wishky, ron, ginebra, vozka, etc.), refrescos, zumos y cafés. Y, además, para quienes quieran acompañar la bebida, la carta incluye una selección de bocados típicos italianos entre los que cabe destacar los tramezzinos y focaccias.
Sin embargo, el verdadero encanto del library bar se sustenta en su decoración, donde cada detalle cuenta una historia. Un diseño de Le Coadic & Scotto, donde las mesas redondas, coronadas con flores frescas y rodeadas de sillones de terciopelo, invitan a los huéspedes a sentarse y dejarse llevar por la tranquilidad del espacio mientras devoran un buen libro, disfrutan de la música en directo o degustan alguna de las creaciones de la carta.